domingo, 21 de octubre de 2012

MATERNITY BLUES

El blues es un género musical instrumental y también vocal, basado en la utilización de un patrón repetitivo con melodía característica por su melancolía. En su origen afroamericano han influído las canciones de trabajo, espirituales, rimas  irlandesas, y muchos más, llevando siempre la expresión de las propias tristezas personales (un amor perdido, la opresión de los blancos, los tiempos difíciles en suma) vividas en una cierta soledad. Tiene una uso efectista de la guitarra.(Los muy colgados podéis entender aquí algo más su métrica musical http://www.youtube.com/watch?v=hC1oKxmdBrU ).Todo esto os lo cuento para que entendáis mejor lo que sigue.                                                                                              
I
I.- ¿A qué llamamos maternity blues  o tristeza de la maternidad ? Es un estado de ánimo con componentes  de tristeza, ansiedad y temor, predominando el componente de tristeza. Es un cuadro transitorio y adaptativo, que usualmente aparece en la primera semana después de haber dado a luz y puede durar unos diez días.
Esa tendencia a llorar (crisis de llanto), fatiga, ansiedad, dolores de cabeza, etc  se atribuyen clásicamente a los cambios físicos por los que pasa la madre (escasez de horas adecuadas de sueño, la mala nutrición, un niño difícil o la falta de apoyo.) Es un fenómeno bastante frecuente en muchas madres de todo el mundo
 Es interesante leer a  Lynn Clark Callister  y su Making Meaning: Women´s Birth Narratives las narraciones y las vivencia del parto por mujeres en distintas partes del mundo son francamente interesantes. Sabemos que el maternity blues es bastante generalizado pero no se ha concretado a una causa orgánica demostrable. Como siempre hay trabajos que relacionan estos procesos con la serotonina y noradrenalina, y también se ha relacionado la disfunción tiroidea, (el tiroides siempre está de moda) sin mayor concreción. No debemos confundir estos síntomas melancólicos con la depresión postparto, mucho menos frecuente y de instauración más tardía. La depresión postparto y la psicosis puerperal son cuadros graves que nada tienen que ver con esta entrada bloggera de hoy.

A los obstetras no nos enseñaron nada apenas sobre este aspecto psicosomático. Algunos estamos aprendiendo con el estudio y la experiencia. Si leemos los 176 capítulos de un tratado actual español de Obstetricia y medicina Maternofetal, apenas hay un comentario sobre estados anímicos en la gestación y nada del puerperio.( He leído hoy dos veces el índice de sus 1.380 páginas, pues no daba crédito)
Esto no es desprecio, es desapego del clínico por lo psicológico, entendido como algo nebuloso, subjetivo, difícil, y en cualquier caso alejado de la corporeidad que se supone es el objeto de la medicina.

II.- La mujer gestante ha estado nueve meses esperando. Muchas veces se ha visto sorprendida de que el embarazo no haya sido esa 'dulce espera' que se imaginaba. Pinchazos, dolores, molestias cansancios, etc..., han sido sobrellevados en la esperanza de que tras el parto (y todos sus miedos) vendrá el bebé y esa felicidad que anulará todo lo previo. La ilusión hace pensar que la aparición del bebé superará todo automáticamente y desaparecerá la melancolía

Sin embargo, va a suceder que tras el parto la mujer puede sentirse defraudada.Transitoriamente, unos días solamente, es cierto, pero hay que contar con ello.

"Todo el mundo está alegre, me traen flores, y repiten la misma caja de bombones roja, y me visitan amigos  o familiares a decirme que  descanse, que tengo mala cara. La leche no me ha subido y no puedo darle de mamar, me sueltan rollos de que haga esto o aquello, el bebé llora y no sé qué hacer, estoy sangrando bastante y tengo dolor en mi vientre, no he dormido nada, no sé cómo voy a organizarme, todo el mundo me dice lo que tengo que hacer...: ¡ estoy triste jolín, cuando debería estar contenta !¡ qué mala madre soy ! Jo, este no era mi plan de maternidad, las cosas no han salido bien."


Creo que esta historia inventada por mí representa bastantes sensaciones reales interiores de una puérpera cualquiera. 

III.- Lo más importante para poder ayudar en el maternity blues, lo primero de todo, es saber que este cuadro existe (!) El que los sanitarios - todos los escalafones- relacionados con la maternidad hospitalaria o atención puerperal fuera de la clínica lo conozcan trae en sí mismo la principal mejora asistencial. En la rutinaria visita puerperal además de ver la palidez cutáneo-mucosa, y la altura uterina debemos tener ese olfato clínico que permite en esa breve conversación detectar a las madres con ánimo bajo. Es importante saber apreciar sus comportamientos, entender la óptica de una nueva madre, no siempre jovial y dicharachera.


Acompañemos a la puérpera desde el respeto, sin paternalismos ni abandonos, proporcionándole un entorno agradable, respetando su vida y su proyecto familiar.( ver entrada previa del blog). Mostrarse cercano, mirar a los ojos, saber escuchar,... parecen obviedades que no siempre los médicos hacemos. Son formas de amar en definitiva. El blues de la maternidad es un cuadro transitorio, leve, casi fisiológico, pero produce un sufrimiento que es posible amortiguar. Hagámoslo. Que ella sienta que sabemos lo que le pasa y que ' ya contábamos con ello' puede ser la principal ayuda.


1 comentario:

  1. Gracias por escribir sobre ello. Yo tuve algo parecido, aunque creo que fue más "estrés postraumático" porque mi parto-cesárea fue bastante traumático. Me pincharon mal la epidural (punción dural accidental) que me provocaron cefaleas muy graves (incapacitantes) durante los 17 días que estuve ingresada. Además de un cuadro febril que no remitía, por lo que no podían aplicarme un segundo parche hemático (el primero, a las 24 horas de la cesárea, falló). Me hicieron 3 punciones lumbares en este tiempo, así como análisis de sangre contínuos, TAC, RMN... para ver si tenía afectado el cerebro. Vieron una masa desconocida y me dijeron que no sabían lo que era, que en un mes me volverían a hacer pruebas. Al mes había desaparecido, pero pasé mucho tiempo angustiada por todo aquello. De hecho, me apareció un cuadro de ansiedad que tardó mucho en remitir.

    En fin, como ves tuve muchos problemas en mi primer parto, nada que ver con el Baby Blues realmente, pero está bien que alguien hable de ello y no te vengan con el "De que te quejas, si tienes un hijo sano?"

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